Cada nuevo compañero en el ministerio de CEP afecta innumerable de vidas a través de los Estados Unidos, y esto es un privilegio, no solo para nosotros, sino también para nuestros inversionistas, el ser parte de sus historias. Johana, Candy, Juan, y Tony son solo cuatro individuos entre cienes que han sido impactados por el compañerismo con Comunidad Cristiana Internacional (CCI). Ya sea que usted ha trabajado con CEP por años o recientemente ha venido a saber de nosotros, nuestro deseo es que estas historias le inspiren, como nos han inspirado a nosotros.us.
Johana: “Un Milagro”
El 26 de julio del 2006, testigos vieron con horror el automóvil de Johana Alberto voltearse cinco veces. Johana se quebró el cuello, pelvis, y el tobillo izquierdo, pero ella no recuerda nada de ello. “Cuando yo estaba en el salón de operación, yo desperté. El doctor dijo, ‘la hemos perdido.’ Y yo pensé, ‘El no conoce a mi Dios.’”
Johana sobre vivió el accidente, pero después de que salió del salón de operación le dieron la noticia que ella no iba a volver a caminar. Una vez más, Johana creo diferente. “Yo siempre dije, ‘Yo voy a volver a caminar, y todo lo que yo haga lo voy a hacer para el Señor.’”
Aunque Johana acepto al Señor en CCI años antes de su accidente, había dejado de asistir a la iglesia porque su trabajo la llevaba fuera del pueblo. El accidente, provoco en Johana un deseo intenso de volver a la iglesia, y decido consultar a su pastor. Después de meses en el hospital, Johana regreso a CCI en una silla de ruedas, y mientras su cuerpo se recuperaba su fe también crecía. El Pastor Edson le animo a matricularse en el Instituto Bíblico, y después se involucró en el programa de misiones. Ella dice, “La iglesia me ha ayudado físicamente y espiritualmente. Ellos son mi familia.”
Con la ayuda de un bastón, ella hoy camina, maneja, y aun tiene su propia empresa. “En el hospital me llamaban “la chica milagrosa,” lo dice con risa. Hoy Johana, frecuentemente comparte su testimonio en la iglesia, y continua estar maravillada de lo que Dios ha hecho. “Yo sabía que Dios tenía un plan y propósito para mí y por eso estoy aquí.”
Candy y Juan: Restaurados
Después de 11 años de casados, Candy y Juan se separaron al principio del 2004. Candy, quien había recibido al Señor como su Salvador tres años antes, inmediatamente se ocupó en encontrar una iglesia y pronto encontró a CCI. Pero a la vez que Candy se acercaba al Señor, Juan, aún todavía no era un creyente, se apartaba aún más. Pasaron los años. Pero aun el Señor continuaba presente en la vida de Juan, y en el 2007 Dios hizo la obra.
“La primera vez que conocí al Pastor Dos Santos fue porque me detuvo la policía,” dice Juan. Cuando la policía detuvo a Juan, el no traía su licencia de manejar y le dijo que alguien lo tenía que levantar. “Todos mis amigos estaban ocupados, pero me acorde del pastor de Candy y le llame. Pensé, ‘Que amable es, ¿Y porque me está ayudando este hombre? ¡Él ni me conoce!’” Antes de que el Pastor Edson dejara a Juan, lo invitó a la iglesia.
En los próximos meses, Juan empezó a asistir a CCI ocasionalmente, y Candy tomo nota. “Yo podía ver que el comenzaba a cambiar,” dice Candy. “Él estaba buscando a Dios.” Los Pastores Edson y Elizabeth comenzaron a invertir en las vidas de Juan y Candy, dándoles consejo y animándolos. “El pastor nunca dejo de apoyarme, y siempre ha estado disponible para ayudar a Juan,” dice Candy.
Con la ayuda de la iglesia, el matrimonio de Candy y Juan fue restaurado y ahora sirven juntos en CCI. Candy canta con el equipo de alabanza, y Juan ayuda en el los medios de comunicación, y los dos están eternamente agradecidos al Señor y a su Pastor Dos Santos. “Mi pastor verdaderamente cree en mi,” dice Juan. “Y por medio de él, vine a conocer del amor de Cristo.”
Tony: Salvo por Medio de la Radio
A la edad de 20 años, Tony fue encarcelado por actos de violencia y drogas. “Al principio yo estaba enojado,” dice él. “Yo pensé, ‘Dios me puso aquí.’” Pero después de unas semanas in la cárcel, Tony descubrió un grupo de estudios bíblicos y experimento un cambio en su corazón. Él dice, “Eso me fortalecía.” Al escuchar el radio Tony encontró a “Buenos Días, Greenville,” un programa patrocinado por CCI. “Algo que yo anticipaba todos los días,” se ríe. “Todo lo que decían por la radio me acercaba a Dios.”
Tony empezó a escribir cartas a la iglesia y se sorprendió al recibir varias respuestas. Esas cartas de CCI, que recibía frecuentemente durante esos 10 meses que estaba encarcelado, eran las únicas cartas que Tony recibía. “Esas cartas me hacían sentirme como parte de la familia.”
Cuando Tony cumplió su sentencia, él pudo asistir y ser parte de la familia de CCI, pero la vida que el antes vivía fue difícil de abandonar. Tony dice, “Cuando salí de la cárcel, el mundo volvió a vencerme. Pero la iglesia nunca me abandono. Siempre han estado a mi lado.”
Con el tiempo, los Pastores Edson, Elizabeth, y los hermanos de CCI pudieron ayudar a Tony abandonar su pasado destructivo, y el 5 de marzo del 2017, fue bautizado. “Ahora que he sido bautizado, estoy dedicando más tiempo a la iglesia.” Tony se está preparando para ser parte del programa de radio de CCI, el mismo programa que lo rescato, como un anfitrión. “Si no hubiera sido por el programa de radio, yo probablemente no hubiera asistido a la iglesia,” dice Tony. “Yo sé que eso es lo que me trajo aquí, y tal vez yo puede alcanzar a alguien más.”