Restaurando el Llamado de Dios

“Es curioso recordar ahora lo que la esposa del pastor nos comentaba aún antes de irnos al colegio bíblico,” sonríe el Pastor Mike Alvarado. “Nos decía, ‘Ya saben que ustedes son los próximos pastores de esta iglesia.’ Y nosotros la mirábamos y decíamos, ‘Usted está chiflada.’” Mike se ríe — no porque aún cree que estaba loca, sino porque ahora él está viviendo la verdad de sus palabras.

Moses Lake, WA

La ciudad y el lago comparten el nombre tal como comparten el paisaje. El agua serpentea por el pueblo, estirando sus brazos para abrazar los hogares y negocios. Mike Alvarado ha sentido ese abrazo durante toda su vida. “Amo Moses Lake,” él sonríe. “Nací y crecí aquí.” Mike y su esposa Mary crecieron asistiendo a una iglesia hispana local llamada Sendero de la Cruz. “Los dos fuimos salvos en esta iglesia, fuimos bautizados en esta iglesia, y nos casamos en esta iglesia,” dice Mike. Así que, cuando los recién casados de 24 años, que en ese entonces eran los pastores de jóvenes de Sendero, sentían que Dios los estaba guiando a Arizona para asistir a la escuela bíblica, titubearon. “Yo sentía que Dios quería que fuéramos,” explica Mary, “pero me quedé callada.” Mike suelta una risita, “Y yo también me quedé callado.” Con el tiempo, sin embargo, Mike y Mary compartieron sus convicciones y eventualmente se encontraron en un U-Haul manejando hacia el sur.

Mike entendía que Dios los había llamado a Phoenix, pero también creía firmemente saber el porqué. “La meta sólo era tomar dos años para completar un diploma en estudios ministeriales, devolvernos, y ayudar con los jóvenes,” dice Mike. “Nunca quise ser un pastor de tiempo completo.” Así que se mantenía enfocado, estudiaba, y servía.

Creciendo

Cuatro meses más tarde, la mañana que cumplía los 25 años, Mike salió para ir a la escuela sólo para enterarse de que su carro había sido remolcado. El Pastor John García, ahora un empleado en Church Extension Plan, se había hecho amigo de los Alvarado en Phoenix y los llevó al corralón esa mañana. Al llegar, sin embargo, los problemas continuaron. “¡Mi tarjeta de crédito seguía siendo rechazada!” explica Mike. “Estaba tan enojado que dije, ‘¡Ya basta, me rindo!’” Mientras él apretaba la quijada y se enrojecía su rostro, el Pastor John se empezó a reír. “Yo estaba tan enojado con él por reírse,” dice Mike, “pero él sabía lo que Dios estaba haciendo. Él sabía que Dios me estaba quebrantando.”

El Pastor John pagó para recuperar el auto, y los Alvarado volvieron a casa, silenciosos y estresados. “Sólo recuerdo estar sentado en la oscuridad, llorando, y oír a Dios decir…” el Pastor Mike respira profundamente antes de continuar, “‘¿Estás listo para crecer?’” Ahora mira hacia atrás a ese joven de 25 años, y Mike lo considera un “cristiano malcriado.” No obstante, ese día en Phoenix Dios comenzó a guiar a los Alvarado a descubrir su llamado para sus vidas — un llamado que los estaba esperando en Moses Lake. “Regresamos como personas diferentes, sin saber que a través de todo esto Dios nos estaba preparando para pastorear la iglesia.”

Una Iglesia Muerta

Un par de semanas antes de la graduación de Mike y Mary en el 2001, su pastor en Moses Lake anunció su renuncia. “Se está mudando a California para tomar otra iglesia,” compartió un exalumno. “¿Qué van a hacer ustedes?” Después de manejar las 1,300 millas a casa, Mike y Mary aún no se habían acercado a una respuesta y pronto descubrieron que el resto de la congregación se sentía igual de perdidos. “Regresamos a una iglesia muerta,” dice el Pastor Mike. Entonces, un domingo, un diácono de la iglesia le preguntó a Mike si consideraría ser el pastor interino por un año. Mike apenas hablaba el español y recientemente se había matriculado en la escuela de nuevo para ser maestro. No obstante, también percibía la guianza de Dios. “Aún no teníamos idea de que Dios nos estaba llamando a dirigir la iglesia. Sólo recuerdo que sentía que era lo correcto,” dice Mike. “Y de todos modos, sólo sería por un año.”

Tomó tiempo para que los Alvarado se acomodaran en su nueva posición como pastores en la iglesia de su niñez. “¡Estábamos pastoreando a gente que nos conocía como Mikey y pequeña Mary!” se ríe Mike. Pero con el paso del tiempo, la congregación se ajustó a esta nueva normalidad, y al llegar la navidad comenzaron a ver a “Mikey y pequeña Mary” como más que un par de jóvenes de 26 años, recién salidos del colegio bíblico. “Decidimos que íbamos a dar un regalo a cada niño que asistiera a nuestro servicio de alcance navideño,” dice Mike. Se unieron con un banco de alimentos local para conseguir 300 regalos para los niños, envolvieron los juguetes, y dieron la bienvenida a la ola de visitantes que entró al santuario. “La iglesia se llenó con más de 400 personas en un edificio que solamente tiene cabida para 150,” dice Mike. “Fue allí donde los miembros de nuestra iglesia vieron por primera vez la posibilidad de crecimiento, y quedaron atónitos.”

“Eres mi Esdras”

Al mes siguiente, Mary oyó al Señor hablar mientras oraba, diciéndole que Mike sería un “Esdras para su iglesia.” Esdras llevó a los cautivos de Babilonia de regreso a Jerusalén, donde reconstruyeron el templo y donde Esdras les volvió a presentar la Palabra de Dios. Cuando Mary compartió el mensaje del Señor con Mike, él inmediatamente abrió su Biblia al libro de Esdras. “Lo leí y dije, ‘De acuerdo, Señor. ¿Qué quieres que sepa?’” Mike oyó una respuesta susurrada, “Tú eres mi Esdras para esta iglesia. Tú vas a volver a presentar mi palabra a esta iglesia, poner nuevos cimientos, y construir el templo.” Después del servicio, el Pastor Mike halló a uno de los diáconos, un amigo íntimo, y le pidió leer el libro de Esdras y después compartir lo que el Señor le impartiera. “Al día siguiente, el diácono llega con lágrimas en sus ojos y me dice, ‘Tú eres nuestro Esdras.’”

Durante el próximo par de meses, Dios siguió revelando Su voluntad a los Alvarado, después al superintendente, y eventualmente a la congregación. “Para entonces, yo ya había aceptado lo que Dios quería que hiciéramos. Comencé a enamorarme de la iglesia y del llamado.” En abril del 2002, la iglesia tuvo una elección para escoger a su nuevo pastor. No sólo ganaron Mike y Mary, sino insistió la congregación que fueran elegidos indefinidamente.

Un Lugar de Refugio

Después de llegar a ser los pastores principales, los Alvarado comenzaron a implementar nuevos procesos e ideas para fomentar el crecimiento. En el 2005, lanzaron un servicio en inglés con 25 personas, un servicio que hoy día llega a recibir 400. Iniciaron nuevos programas de alcance, incluyendo algunos que provenían de sus días en la escuela bíblica, como un ministerio de autobús y “adopta una cuadra,” en que los miembros de la iglesia escogen un vecindario para limpiar. Y en el 2012, el equipo de liderazgo de Sendero de la Cruz decidió cambiar el nombre de la iglesia. “La renombramos Sendero Life Center (Sendero Centro de Vida) para mantener ‘Sendero’ como nuestro fundamento, pero ‘Life Center’ es más bien nuestra misión.”

Los Alvarado y su equipo de liderazgo han trabajado incansablemente para impulsar este crecimiento. Al reflejar en su historia, sin embargo, ven que el éxito de la iglesia a final de cuentas proviene de su creencia persistente que Dios tiene un propósito único para cada uno de sus hijos. Su trabajo como pastores es despertar ese llamado. “Nuestro lema es ‘sanar y restaurar el llamado de Dios en la vida de las personas,’” dice el Pastor Mike. “Nuestra iglesia es un lugar de refugio donde la gente se convierte en lo que Dios les ha llamado a ser.” Cuando Mike y Mary piensan en su propio pasado, reconocen que esto es exactamente lo que la iglesia ha hecho para ellos. A través de la elección que los hizo pastores. A través del libro de Esdras. Aún a través de la esposa de su pastor original, quien estaba “chiflada” por pensar que ellos llegarían a pastorear la iglesia un día. “Recuerdo que Dios me dijo antes de salir para el colegio bíblico,” dice Mary, “‘Cuando vuelvan, van a ministrar a más que sólo a los jóvenes.’” Hoy día, el Pastor Mike predica a más de 600 personas, cada quien lleva un llamado único de Dios, esperando ser descubierto.

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Ora por SLC

  • “Ayuda para manejar el crecimiento — las finanzas, más voluntarios, etc.”
  • “Que Dios incremente nuestra capacidad de liderazgo”
  • “Por sabiduría en cómo ministrar a la generación del milenio”
    –Pastor Mike Alvarado

CEP y SLC

En el 2010, Church Extension Plan y Sendero Life Center (en ese entonces llamado Sendero de la Cruz) formaron un compañerismo para construir un complejo multiuso que alojara los servicios y ministerios de alcance crecientes de la iglesia. Hoy día, los dos ministerios siguen discutiendo opciones de construcción para abordar el crecimiento continuo. “CEP ha sido una bendición para nosotros,” dice el Pastor Mike. “La paciencia, el profesionalismo. Es simplemente sobresaliente.”