Administrando el Dinero de Dios

Decisiones pertinentes al dinero se toman cada día, y Dios claramente habla acerca de la administración del dinero en la Biblia, ¿pero realmente tenemos la mentalidad de Dios cuando tomamos esas decisiones? Randy Alcorn nos enseña claramente cómo debemos de pensar bíblicamente acerca del dinero en su libro, Managing God’s Money: A Biblical Guide (Administrando el Dinero de Dios: Una Guía Bíblica). Este libro no ofrece cálculos ni consejos, pero provee perspectiva y principios bíblicos útiles. En las palabras de Alcorn en la introducción, “Este libro no le dirá como cumplir con sus metas financieras, pero le proveerá la luz con la cual puede determinar sus metas financieras.” (xiii)

Administrando el Dinero de Dios es dividido en seis secciones. La primera sección se titula El Dinero y las Posesiones: La Biblia 101. Alcorn explica que Dios es el dueño y nosotros somos los administradores del dinero en nuestra posesión. Entonces, aún después de diezmar, lo que queda todavía es de Dios para que lo distribuyamos de acuerdo a Su voluntad. Nos toca a nosotros la responsabilidad de entender cual sea Su voluntad. Sigue la Segunda Sección con Perspectivas que Impiden la Fiel Administración del Dinero. Mucha de nuestra mentalidad causa la desobediencia en el área del dinero. Esto incluye la creencia que el dinero esta al raíz de toda la maldad, el materialismo, y le teología de la Prosperidad. Se tiene que tratar con estos pensamientos antes de que podamos movernos hacia la administración fiel.

En Sección III, Nuestra Mayordomía a la Luz de la Eternidad, Alcorn habla acerca de nuestra recompensa eterna por la mayordomía fiel durante nuestro tiempo en la tierra. Dios quiere recompensarnos con tesoro en los cielos por nuestra obediencia a sus mandatos. Él desea recompensarnos y nosotros deberíamos buscar recibir la recompensa también. Cuando damos a los necesitados, estamos enviando nuestro tesoro hacia el futuro en la eternidad. Esta recompensa es de mucho más valor que cualquier tesoro terrenal en el cual invertimos.  Sección IV sigue con Dando y Compartiendo el Dinero y las Posesiones de Dios, el cual habla acerca de cómo podemos enviar nuestros tesoros al cielo. Alcorn escribe acerca del diezmo, el cual él describe como la capacitación básica del dar. Investiga los versículos en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento acerca del diezmo y hace el argumento que todo nuestro dinero le pertenece a Dios, no solamente el diez por ciento. Sin embargo, los que diezman fielmente muchas veces continúan a dar más. Nuestro diezmo es solamente el inicio. Dios también desea que ayudemos a los pobres y a difundir el evangelio con nuestro dinero. Él nos encarga el dinero, y nos recompensa por la generosidad.

La Sección V se titula Administrando con Sabiduría al Dinero y las Posesiones de Dios. Aquí Alcorn habla acerca de los temas de un estilo de vida estratégico, la deuda, los ahorros, apostar, inversiones, y la herencia. Es importante ver estos temas desde una perspectiva bíblica. La Sección VI termina el libro con Entregando el Testigo de la Mayordomía Sabia a Otros. En esta sección, Randy Alcorn da consejo de cómo enseñarles a sus hijos como administrar el dinero y las posesiones de Dios. ¿Cómo les ayudamos a conectar el dinero y el trabajo? ¿A Ahorrar? ¿A llegar a ser dadores generosos? Esta sección también habla de cómo cultivar una cultura de mayordomía y generosidad dentro de la iglesia. Es nuestra responsabilidad enseñarles a otros la mayordomía bíblica de recursos.

Randy Alcorn ofrece más que consejo financiero en Administrando el Dinero de Dios. Nos enseña cómo desarrollar mentalidades bíblicas hacia el uso y distribución de las riquezas de Dios. Es una lectura interesante y muchos la descubrirían como una herramienta útil mientras consideren las decisiones acerca del dinero.